Consumado el golpe de Estado que iniciara en Venezuela el 11 de abril de 2002 con la Masacre de Puente Llaguno, y la posterior autojuramentación presidencial del titular de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga, el pueblo bolivariano protagonizó una gesta popular por el regreso al poder de Hugo Chávez que marcaría para siempre el devenir histórico de la Revolución Bolivariana y el futuro político del país.
Aquel 13 de abril de 2002, el pueblo se hizo protagonista, en unión cívico – militar se alzaron las banderas de la dignidad enarboladas con una respuesta profundamente democrática y llena de sentido patrio.
Veintiun años después, la conciencia revolucionaria se mantiene viva y alerta en millones de mujeres y hombres que, inspirados en el liderazgo del proceso revolucionario encabezado hoy por el presidente Nicolás Maduro, acompañan este proceso de cambio que no desmaya en su lucha por promover la inclusión, la igualdad y el bienestar colectivo.
PRENSA UPT-VT